Cómo conservar la leña en casa
Conservar la leña en casa resulta muy útil cuando realizamos un consumo muy elevado de ella. Además, no debemos olvidar que, en la mayoría de las empresas de venta de leña a domicilio, se realizan descuentos por volumen y cantidad. Sin embargo, es cierto, que para conservarla en casa de la mejor forma, hay que conocer una serie de trucos para que no se estropee y aumentar su vida útil lo máximo posible. Y es que, almacenar la leña no es colocar unos troncos unos encima de otros, es mucho más que eso; recordemos que la leña tiene que presentar menor de un 21% de humedad y tener entre 1,5 y 2 años de secado.
- El primer paso es buscar un lugar seco de la casa o almacén en el que la leña no se humedezca y se seque correctamente. Por supuesto, asegúrate que en caso de lluvia la leña no se moje.
- Coloca un plástico o lona en el suelo, así evitarás que suba la humedad a la leña.
- Apila la leña respetando el paso y circulación de aire de todos los lados, para asegurar su correcto secado. No olvides la parte inferior de la leña.
- ¿Hay que tapar la leña? no, ya que entonces estamos impidiendo que se ventile correctamente.
- El cómo apilar la leña es muy importante, hazlo de forma segura y en lugares nivelados. Coloca la leña de forma muy pegada o junta, así evitarás que puedan trepar animales o los más pequeños de la casa. En cualquier caso, salvo que utilices un leñero diseñado para ello, no apiles a una altura superior de 1,30 metros.
Consejos para almacenar la leña
Aunque puedas que conozcas la mejor forma de colocar y conservar tu leña, es importante saber que debes almacenarla en una superficie plana y lisa, para evitar inclinaciones; como truco te recomendamos el uso de palets industriales para garantizar la fluidez del aire, tan importante para una conservación óptima de la leña. Si te decantas por almacenar la leña en el exterior utiliza cubiertas con orificios o leñeros.